CAPACITACION AGROECOLÓGICA EN LA ZONA ALTA y CEJA ANDINA

CULTIVO DE PRODUCTOS TRADICIONALES

Papa y cebolla.

La capacitación agrícola, se centró en la práctica de labores que permitan incrementar los rendimientos de cultivos como la papa y cebolla colorada. Entre tanto, en San Vicente de Playas (comunidad de ceja andina), se ha emprendido con el cultivo de frutales.

Respecto a la papa/, en cuatro comunidades (Alao San Antonio, Guarguallá Grande, Guarguallá Chico y La Tranca Pucará), se efectuaron un total de 20 eventos (charlas y prácticas de campo), relacionados con la preparación de semilla, siembra, controles fitosanitarios y manejo de pesticidas.

Mucho énfasis se ha puesto en el manejo de la semilla, pues, tradicionalmente, los comuneros destinan parte de la producción del tubérculo como semilla (escogen tubérculos pequeños y de escaso poder germinativo); por tanto, la capacitación se ha orientado a prácticas como la selección y limpieza de aquellos tubérculos que, por sus características: pureza física, capacidad de germinación, vigor, tamaño... pueden utilizarse como semilla. Concomitante a estas tareas, en comunidades como Guarguallá Grande y Chico, se han formado bancos de semilla, tanto de variedades locales como mejoradas, de tal forma que los campesinos dispongan constantemente de un buen material propagativo.

Durante la siembra, en primer lugar, se han compartido experiencias relativas al empleo de técnicas de cultivo que impidan el deterioro del suelo: cultivos en contorno, por ejemplo, técnica que consiste en realizar los surcos o hileras del cultivo en forma transversal a la pendiente, en curvas de nivel, evitando el arrastre de tierra por lluvias y, en consecuencia, impidiendo el desprendimiento de substancias necesarias para el normal desarrollo de la planta. En segundo término, se han realizado siembras considerando aspectos como la distancia que debe existir entre plantas e hileras.

 

Capacitación en técnicas de conservación de suelos
Capacitación en técnicas de conservación de suelos

 

Los campesinos de esta zona andina, no han permanecido ajenos a la utilización de productos químicos que ayuden a evitar o contrarrestar el ataque de plagas y enfermedades; consiente de esta situación, el equipo técnico del proyecto, a tráves de prácticas demostrativas ha socializado conocimientos sobre aplicaciones de insumos químicos, tratando de prevenir los riesgos que existen para el agricultor y el ambiente. Por cierto, en el cultivo de papas, se viene realizando, únicamente, dos aplicaciones -en dosis mínimas- de productos fitosanitarios.

 

Acudiendo a las estadísticas, cabe manifestar que durante el último ciclo de siembra, tanto en Guarguallá Grande como en Guarguallá Chico, en un área de 4.000 m2 sembraron, respectivamente, 10 quintales de papa; en La Tranca Pucará sembraron 9 quintales en 3600 m2; y, en San Antonio de Alao 25 quintales en 10.000 m2. Es interesante resaltar que, a pesar de las desfavorables condiciones climáticas, en el último ciclo de cosecha, ya se pudo notar un incremento de la productividad del cultivo en variedades locales, pues, las 18 Tn/Ha., superaron a los habituales rendimientos encontrados al inicio del proyecto: 7.5 Tn/Ha. Para el próximo ciclo (abril-mayo), se espera una producción por Ha. cercana a las 22 Tn.

Por otro lado, en las dos últimas comunidades mencionadas, considerando que la cebolla colorada -al igual que la papa- constituye un producto destinado al mercado, se emprendieron prácticas para difundir conocimientos que mejoren la productividad de esta especie: preparación de semilla, labores culturales y controles fitosanitarios. En La Tranca Pucará se han sembrado un total de 4 quintales, mientras que en San Antonio: 15. A fines de febrero, tendrá lugar la cosecha del producto.

No hay duda que la transferencia de conocimientos relacionados con el cultivo de papa y cebolla colorada, ha concitado el interés de hombres y mujeres, pues, por ejemplo, en en Alao San Antonio a cada uno de los siete eventos (4 relacionados con el cultivo de papa y 3 con cebolla colorada) asistieron, en promedio, 6 mujeres y 15 hombres; en la Tranca Pucará, a 13 cursos prácticos, concurrieron, cada vez, alrededor de 9 mujeres y 8 hombres. Una mayor participación femenina en eventos referentes al cultivo de papa, fue la tendencia en Guarguallá Grande y Chico. El siguiente cuadro muestra estas estadísticas.

 

CAPACITACION AGRICOLA
Participación Comunitaria en Manejo de Cultivos Andinos
Semestre Julio/Diciembre /99

 

COMUNIDAD Asistencia Promedio

Número de Eventos

Mujeres Hombres
PAPA
Alao San Antonio
Guargallá Grande
Guargallá Chico
La Tranca Pucará

6
15
10
9

15
10
6
8

4
6
5
5
CEBOLLA COLORADA
Alao San Antonio
La Tranca Pucará


5
9


15
8


3
8

 

Maíz

En la comunidad de ceja andina: San Vicente de Playas, una de las actividades planificadas fue el manejo del maíz durante el ciclo productivo, asi, en el primer semestre de 1999, ya se había iniciado con una capacitación sobre selección de semilla. A mediados de agosto, integrantes del equipo técnico de la zona alta, luego de sortear inconvenientes de traslado hacia la comunidad (deslaves de tierra en el trayecto Atillo - San Vicente, impedían el paso), se disponían a programar las labores agrícolas de un nuevo ciclo, no sin antes conversar con los pobladores algunas particularidades del cultivo, que a continuación se enuncian.

Preparación del Suelo

Luego de escoger un área de bosque nativo, los campesinos empiezan "tumbando" la vegetación, la misma que -después de dos o tres meses- es retirada o basureada (o sea, amontonada y quemada). Ciertos pobladores no son afectos de esta última práctica, pues, se han percatado que asi procediendo, el terreno mantiene su productividad sólo por dos o tres años, por tanto, se inclinan por desmontar y esperar que se "seque" la vegetación para realizar la siembra; bajo este método, la primera producción no es tan buena, pero, a partir de la segunda siembra, el rendimiento del terreno aumenta (existe mayor materia orgánica descompuesta) y se mantiene, al menos, por cinco años, después de lo cual entra en descanso por alrededor de 7 u 8 años, para nuevamente sembrar maíz. La tala del bosque, asi como la retirada o basureada de la vegetación, dado el esfuerzo que demandan, son tareas realizadas por los hombres.

Selección de semilla y Siembra

Si bien se selecciona las mazorcas más gruesas para extraer la semilla, no existe un escogitamiento de los granos conforme su tamaño, pues, utilizan tanto los contenidos en la parte media y superior (grandes) como aquellos ubicados en el extremo inferior (pequeños). Cuando desean que la planta germine a los cuatro o seis días de la siembra, los campesinos dejan remojar la semilla por dos días.

En época seca, esto es, entre julio y noviembre, tiene lugar la siembra. En hileras separadas y alternas van colocando, por golpe, de 3 a cuatro semillas de maíz e igual número de granos de fréjol (especie para la que se utiliza un tutor). Sembrar un alto número de semillas, responde al deseo de asegurar la producción, ya que "una se comerá el gusano, otra posiblemente se pudra o malogre alguna ave y, solo quedarán dos plantas". La siembra es una actividad que la comparten hombre y mujer.

Labores Culturales

Realizan una limpieza de la maleza cuando la planta tiene cerca de 10 cm de altura o la planta esta en flor (en el caso de que se haya sembrado por vez primera en un terreno nuevo). Otra labor cultural es el desprendimiento de las hojas basales, práctica que tiene la finalidad de acelerar la maduración de la mazorca.

Es menester expresar que el problema más común en el cultivo del maíz, representa el ataque del gusano collero, plaga que destruye la mazorca. También es usual que animales silvestres como osos, guatusas, ardillas y loros, arruinen las cementeras cuando el maíz se encuentra tierno (choclo), por esta razón, los campesinos suelen establecer guardias nocturnas o, proceder a victimar a los animales con el empleo de escopetas.

Cosecha

Se realiza a los cinco meses como choclo y a los siete meses como maíz duro. Conforme expresiones de los campesinos, tras la siembra de 23 Kg. de semilla en una cuadra (7.000 m2), se cosecha, aproximadamente, 228 Kg. de maíz seco; en casos excepcionales se obtiene una producción de 682 Kg. Tomando como referencia estas cifras, en una hectárea, sembrando 33 Kg. de semilla se produciría 325 Kg. o, en el mejor de los casos: 978 Kg.

Almacenamiento

Posterior a la cosecha del maíz en estado duro, suelen amarrar y colgar las mazorcas en el soberado (lugar superior de las casas, junto a los techos). Este método inadecuado de almacenamiento ha incitado el ataque de plagas como los roedores o el gorgojo, ocasionando la pérdida de buena parte de la producción.

Consumo

Debido al aislamiento en que se encuentra San Vicente de Playas, ha sido muy dificil que sus pobladores se vinculen con el mercado para ofertar el maíz u otros productos agrícolas, destinándolos, casi enteramente, al consumo familiar, asi, el cereal es preparado y consumido de diversas formas: mote, morocho, humas, coladas, buñuelos, etc. Adicionalmente, las hojas son utilizadas para alimentar los cuyes.

Este breve diagnóstico evidenció -entre otros aspectos- que, si bien el maíz constituía el sustento alimenticio del poblado, el establecimiento de las parcelas demandaba una contínua tala de bosque nativo y, con ello, la destrucción de vegetación, exposición del suelo a procesos erosisvos, dispersión de fauna, etc., además, la protección del cultivo implicaba que muchas veces ciertos animales silvestres sean sacrificados. Pero, al parecer, no existía en los campesinos, mayor interés por programar acciones de manejo apropiado del cultivo e impedir el surgimiento de algunos de estos problemas.

Mas bien, expresaron que "si de agricultura se trata, es mejor trabajar con frutales". En efecto, había el deseo de proseguir con el establecimiento de parcelas frutales, ya que unas pocas plantas de mora y babaco sembradas en el primer semestre de 1999, venían creciendo sin contratiempo. Consientes que las plantas transportadas desde Riobamba solían llegar estropeadas, decidieron implementar un vivero de frutales, con la finalidad de evitar el mencionado problema y obtener plántulas en la propia comunidad. De hecho, no se podía contar de inmediato con la producción del vivero, no obstante, considerando el gran interés de los campesinos y deseando aprovechar la estación seca, en septiembre se instalaron pequeñas parcelas familiares con plantas de babaco, mora, tomate de arbol, taxo y pepino, transportadas por Macas.

 

HUERTOS ORGÁNICOS

Atendiendo a la necesidad de variar y mejorar su dieta alimenticia, en el semestre julio-diciembre/99, ciertas unidades familiares de Alao San Antonio y Alao Llactapamba, decidieron instalar -en pequeños espacios de terreno ubicados junto a sus casas- huertos orgánicos. Por el momento y basados en la estrategia de "aprender haciendo", el técnico del proyecto, junto a hombres y mujeres adultos, jóvenes y niños, han emprendido en el establecimiento de semilleros con col, coliflor, acelga, remolacha, etc., y, también en la construcción de camas de lombricultura, con el propósito de conseguir humus que una vez colocado en los terrenos, pueda mejorar su estructura y contribuir a la obtención de hortalizas limpias.

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En el poblado de La Tranca Pucará, la instalación de huertos orgánicos está en un proceso de consolidación, pues, 12 familias disponen de huertos y han empezado a consumir los productos. Precisamente, tomando en cuenta que esta comunidad ya esta en una fase de consumo, se solicitó a nutricionistas que instruyeran a los comuneros en temas referentes al aporte alimenticio de las hortalizas y a las diferentes formas de preparación de las mismas.

 

Capacitación Pecuaria

Capacitación Forestal

Lecciones Aprendidas

Capacitación Agroecológica en la Zona Alta y Ceja Andina

Conservación de suelos

 

 

Retorno a Biodiversidad y Areas Protegidas
Objetivo 2